Edad
La experiencia empírica transversal utilizada compara diferentes hogares en un momento determinado, en lugar de comparar la variación de la fortuna de un solo hogar en el tiempo. Por esta razón, si, por ejemplo, la proporción de hogares viejos de estrato medio es menor que la de hogares jóvenes, no cabrá inferir que los hogares jóvenes de hoy corren el riesgo de caer en la pobreza a medida que envejezcan. La diferencia deberá conducir más bien a concluir que los hogares hoy viejos tuvieron seguramente menos oportunidades económicas en su momento y, por tanto, han acumulado menos riqueza y educación durante su vida. Teniendo en cuenta lo anterior, de la relación entre la edad del hogar y la condición de estrato medio, se desprenden dos modelos, como evidencia el cuadro 1.1.
En primer lugar, mientras que en México y Costa Rica el porcentaje de los hogares de los estratos medios desciende en el caso de los hogares con un jefe de hogar de cierta edad, en el resto de los países, los hogares de mayor edad tienen, de hecho, más probabilidades de pertenecer a los estratos medios que los de menor edad. Este último modelo coincide con un ciclo de vida de acumulación de riqueza por parte de los hogares y una cobertura social razonablemente correcta.
Cuadro 1.1. Cómo cambia la probabilidad de pertenecer a los estratos medios según la edad (porcentaje de los jefes de hogar que pertenecen a los estratos medios por cohorte de edad, 2006)
