Tener pareja parece importante, al menos para garantizar unos ingresos de estrato medio (gráfica 1.2). Del 57% (Uruguay) al 72% (México) de los hogares de los estratos medios está encabezado por una pareja de adultos, casados o en unión libre. En todos los países, excepto Perú y México, la proporción de jefes de hogar casados crece con el nivel de ingresos: es más probable que los jefes de hogar de los estratos medios estén casados que los de hogares desfavorecidos, y los acomodados tienen más probabilidades de estar casados que cualquiera de los dos grupos anteriores (en Costa Rica, es más probable que los jefes de hogar de los estratos medios estén casados que los de cualquier otra categoría de ingresos). Con todo, las diferencias entre categorías de ingresos, aunque estadísticamente significativas, son pequeñas. Por otra parte, no es de sorprender que pocos hogares con un único jefe de hogar al frente (separado, viudo o soltero, y que viva solo) logren alcanzar un nivel de ingresos propio de los estratos medios. El cambio de la estructura del hogar puede, por sí solo, influir en las tendencias en materia de desigualdad; en este sentido, un estudio de la OCDE aduce que los cambios en la composición de los hogares han dado lugar a un incremento de la desigualdad económica en varios países de la OCDE.11

Gráfica 1.2. Condición marital de los hogares de los estratos medios (2006)

Gráfica 1.2. Condición marital de los hogares de los estratos medios (2006)