Tendencias en el financiamiento de las pymes en América Latina

El acceso al financiamiento continúa siendo limitado para una fracción importante de las pymes en América Latina: menos del 15% del crédito total en la región tiene como destino el sector de las pymes, aunque estas son la mayor parte de las unidades productivas y las responsables de cerca del 80% del empleo. Esto sugiere que la evolución reciente de los sistemas financieros en la región no ha respondido adecuadamente a la demanda de instrumentos de crédito a nivel empresarial (gráfico 3.1).

Si bien pocas empresas latinoamericanas de tamaño pequeño logran recibir financiamiento, el nivel de aprobación de préstamos para pymes es relativamente alto2. Esto refleja que la escasez de financiación en la región no es solo un problema de oferta o de insuficiente disponibilidad de recursos, sino que además incluye aspectos relacionados con la demanda y/o autoexclusión (por incumplimiento de los estándares de elegibilidad), que terminan afectando la capacidad de acceso al financiamiento.

Gráfico 3.1. Crédito a pymes como porcentaje del crédito total, 2010

Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/888932719067

Históricamente, América Latina ha estado rezagada en términos de profundidad3 y desarrollo financiero respecto a otras economías emergentes y los países de la OCDE. Con niveles de ahorro y crédito tradicionalmente bajos, la escasa profundidad del sistema financiero en la región explica en parte la brecha en cobertura, calidad y costo del crédito para el sector empresarial. Aunque en los últimos años la expansión del crédito en varios países latinoamericanos ha sido importante, ésta se ha concentrado en préstamos de consumo e hipotecario y no en los empresariales.

Aunque las pymes son la mayor parte de las unidades productivas y las responsables de cerca del 80% del empleo, su acceso al financiamiento continúa siendo limitado. Menos del 15% del crédito total en la región es destinado a las pymes.

La transición del modelo de negocios bancario desde un esquema de banca relacional hacia un modelo de banca multiservicio desempeña un papel importante en la explicación de los límites en el financiamiento para las pymes4. La banca relacional se caracterizó por el vínculo personalizado entre entidad financiera y cliente para facilitar el otorgamiento crediticio; la banca multiservicio, por su parte, introdujo tecnologías de crédito más funcionales para favorecer la solvencia y capacidad de pago. Esto se tradujo para las pymes en evaluaciones de riesgo crediticio poco favorables, esquemas de financiamiento menos flexibles, requerimientos altos de colateral, mayor dependencia bancaria de las comisiones y costos de financiación elevados. Los efectos de esta transición todavía reducen la posibilidad de acceso de las pymes al crédito.

Como ilustran varios estudios, el acceso al financiamiento de las empresas está estrechamente relacionado en América Latina con su tamaño, nivel de inserción internacional y capacidad de exportación. Esto conduce a que una proporción más alta de empresas grandes y exportadoras pueda tener mayor acceso al crédito (Greenaway et al., 2007; Berman y Héricourt, 2008; Muûls, 2008). Aunque algunos países ampliaron el crédito empresarial, la brecha de financiación entre pymes y grandes empresas persiste como un desafío fundamental en la región. Las diferencias más importantes entre empresas son en la tasa de interés (gráfico 3.2) y el plazo de los préstamos. 

Gráfico 3.2. Tasas de interés de pymes y grandes empresas: crédito de largo plazo (más de un año madurez)

Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/888932719086

Los límites en el financiamiento para las pymes están fuertemente ligados a la transición del modelo de negocios bancario desde un esquema de banca relacional hacia un modelo de banca multiservicio.

La carencia de financiamiento para las pymes en América Latina resulta ser más grave en los créditos bancarios de largo plazo (activos fijos): en este tipo de empresas se concentra en el corto plazo y una fracción importante del crédito de capital de trabajo proviene de fondos propios (Anexo, gráfico 3.A1). El escaso crédito de largo plazo es otorgado en mayor proporción a grandes empresas, lo que incrementa su ventaja respecto a las pymes, elevando la brecha de crédito por tamaño de empresa (Anexo, gráfico 3.A2). 

Además, la menor capacidad para ofrecer un colateral dificulta el otorgamiento de crédito a las empresas más pequeñas. La ausencia de colateral es citada como un obstáculo importante de las pymes para solicitar un crédito en América Latina5. Al igual que en otras regiones, las principales fuentes de colateral son los activos fijos (edificios, maquinaria y equipos), con una dependencia decreciente sobre los activos personales en función del tamaño de la empresa.

Aunque persiste la necesidad de fortalecer la implementación de mecanismos de financiamiento adecuados en la región, la reciente expansión de instrumentos dirigidos a las pymes revela una tendencia en las instituciones financieras a adaptar cada vez más su oferta a las exigencias de este segmento6. En varios países de la región se están introduciendo con relativo éxito instrumentos que consideran la heterogeneidad de las pymes y proponen soluciones innovadoras, moldeadas según las necesidades de las diferentes empresas por sector, etapa de desarrollo y su potencial estratégico.