Capital humano y capacidades para las pymes
A pesar de los avances recientes en América Latina en materia de educación y capacidades, persisten varios desafíos que para ser abordados requieren de reflexión y nuevas políticas públicas. Los relativamente bajos niveles de formación de la fuerza de trabajo y del empresariado, la deserción escolar y la baja calidad educacional constituyen una barrera para aumentar la productividad de las pymes. Un obstáculo adicional es la desconexión entre las capacidades que demanda el sector productivo y la formación que provee el sistema educativo. Los sistemas de educación técnica y formación profesional son claves al respecto. En la región se han enfrentado estos retos mediante programas que buscan favorecer las necesidades del sector productivo y de las pymes. Sin embargo, muchas áreas requieren de acciones públicas que fortalezcan las instituciones y de políticas para mejorar la articulación entre el sistema educativo y el mercado laboral, favorecer itinerarios formativos que combinen el aula con el puesto de trabajo, incorporar nuevas competencias y capacidades a los currículos formativos, desarrollar esquemas de acreditación de competencias y capacidades adquiridas, y establecer marcos institucionales para promover la cooperación entre las pymes.
Introducción
Las barreras que dificultan el crecimiento de la productividad de las pequeñas y medianas empresas (pymes) son muy diversas, como se plantea en los capítulos anteriores. Una de las dimensiones que la literatura reconoce como esencial para entender la productividad de una economía está vinculada con la dotación de capital humano y capacidades de su sector productivo. En consecuencia, la explicación de la baja productividad de este segmento empresarial se encuentra relacionada también con algunos de los grandes desafíos educacionales y formativos que enfrenta la región.
Por un lado, en América Latina persiste un atraso considerable en relación a otras regiones del mundo en términos del acceso, cobertura y número de años de escolaridad que acumula la población, a pesar de los avances importantes en los últimos años en materia educacional. Este rezago se manifiesta en niveles educativos de la fuerza de trabajo sustancialmente por debajo de los que presentan países más desarrollados, junto con elevadas tasas de deserción escolar, como se refleja en la temprana entrada de trabajadores jóvenes con escasa formación al mercado laboral.
Las pymes enfrentan problemas relacionados con la cantidad y calidad del capital humano y de las competencias en la región. Esto supone una barrera importante a la expansión de su productividad y a su desarrollo.
Por otro lado, en la calidad de la educación, entendida como la capacidad del sistema educativo para transmitir a las nuevas generaciones los conocimientos y las competencias necesarias para acceder y desempeñarse en buenas condiciones en el mercado laboral, la región tiene una brecha negativa preocupante respecto de otras áreas del mundo, como reflejan las comparaciones del informe del Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes (PISA).
Los estudios sobre capital humano y mercado laboral coinciden en señalar un factor adicional que debe ser analizado para entender la baja productividad de las pymes. Se trata de la brecha entre la formación que provee el sistema educativo y las competencias que son demandadas por el sector productivo. Muchas pymes en la región declaran enfrentar problemas para encontrar trabajadores con las competencias adecuadas, por lo que se puede sostener que existe una “brecha de habilidades” que actúa como barrera al crecimiento de la productividad.
Este fenómeno se expresa de formas muy variadas y refleja la profunda heterogeneidad de las pymes en América Latina. Dependiendo de factores como el tamaño, el sector o la localización geográfica, entre otros, estas empresas demandan un tipo de competencias y tienen más o menos dificultades para encontrarlas.
Cabe esperar que este desajuste entre la formación que provee el sistema educativo y las competencias demandadas por el sector productivo se esté ampliando y siga haciéndolo en el futuro. La economía globalizada se caracteriza por un proceso de cambio tecnológico acelerado y por la evolución de la dinámica productiva hacia un modelo donde el conocimiento ocupa un lugar central. Esto conduce a que se demande cada vez más capital humano con formación en habilidades relacionadas con aspectos técnicos y con dimensiones no cognitivas del aprendizaje, sin que parezca que el sistema educativo de la región haya podido adaptarse para responder de forma satisfactoria.
En suma, las pymes enfrentan problemas relacionados con la cantidad y la calidad del capital humano y de las competencias en la región, lo que supone una barrera importante al aumento de su productividad. Esto constituye un reto clave para América Latina. La expansión del crecimiento potencial en la región, la mayor capacidad de competir e innovar en la economía global y la creación de empleo y de oportunidades para la sociedad latinoamericana requieren fortalecer y dinamizar el sector de las pequeñas y medianas empresas. Por estas razones es necesaria una reflexión sobre el papel que pueden desempeñar las políticas públicas para afrontar ese desafío.
El presente capítulo aborda estas cuestiones de acuerdo con la siguiente estructura. En la primera sección se analiza el desafío formativo que enfrentan las pymes en la región, para lo que se examina cómo diversos tipos de pymes se ven afectadas por este problema, y se explora el papel que pueden jugar las políticas públicas para apoyar su superación. En la segunda sección se revisan los sistemas de educación técnica y formación profesional en América Latina como principal mecanismo de conexión entre el sistema educativo y el sector productivo, buscando identificar lecciones aprendidas y desafíos pendientes. Por último, en la tercera sección se propone una serie de recomendaciones de política pública.