Las TIC en las pymes latinoamericanas: acceso y apropiación
Como se ha señalado, una de las actividades de innovación fundamentales de las empresas latinoamericanas, sobre todo las de menor tamaño, es la incorporación de tecnologías mediante la inversión en maquinarias y equipos. En particular, las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC) han sido uno de los rubros que mayor relevancia ha adquirido en los últimos años. Por tanto, es importante analizar la penetración de las TIC en las pymes, sus posibilidades de acceso a tecnologías más complejas y las limitaciones que enfrentan, así como las potencialidades de las nuevas aplicaciones.
Penetración de las TIC en las pymes
Si bien se constata una mejora en la adopción y uso de herramientas básicas (ordenador personal, Internet y correo electrónico), es todavía amplia la brecha que separa a los países de América Latina respecto de los países de la OCDE en materia de sofisticación de las TIC utilizadas. Aunque las pymes han reducido la distancia en cuanto a infraestructura de TIC básicas, el rezago ha aumentado en tecnologías complejas.
Las pymes formales latinoamericanas tienen un rezago poco significativo en el acceso a las TIC básicas, tales como la telefonía móvil y fija, los ordenadores personales y programas de uso habitual, y el uso de Internet.
La información sobre acceso y uso de las TIC en la región es puntual y de difícil comparación, no solo entre países sino también dentro de estos, por las diferentes metodologías y coberturas empleadas. Los datos suelen referirse a indicadores básicos (acceso a Internet y número de ordenadores) y es muy escasa la información sobre aplicaciones complejas y el uso efectivo de las TIC en las empresas. Esto dificulta identificar brechas respecto a los países de la OCDE que permitan extraer enseñanzas.
En los últimos años, ha habido varias iniciativas para mejorar la medición de TIC en las empresas en la región, aunque esta se concentra en datos básicos y la construcción de nuevos indicadores es incipiente. Los datos disponibles en los países de la región básicamente son: la disponibilidad de computadoras, la conexión a Intranet e Internet, las ventas y compras a través de Internet y la dotación de recursos humanos que emplean estas tecnologías, incluyendo en algunos casos información sobre el tipo de conexión a Internet, el uso que se hace de esta y la disponibilidad de extranet, sin detallar las dotaciones de equipos o su utilización. En varios casos, la información se refiere únicamente al sector manufacturero, sin abarcar el conjunto de los sectores productivos, y en otros no se incluyen datos sobre las microempresas o estos tienen problemas de representatividad. Por ejemplo, en muchos casos las estadísticas no miden la incorporación de las TIC en las pymes del sector agrícola4.
A pesar de estas limitaciones, es posible analizar algunos indicadores que proporcionan una visión parcial del estado de la propagación de las TIC en empresas latinoamericanas de distintos tamaños. La incorporación de estas tecnologías es el resultado de un proceso evolutivo que requiere de ciertos umbrales mínimos de infraestructura tecnológica, necesarios para saltar hacia etapas más maduras y avanzadas (Peirano y Suárez, 2006a; Kotelnikov, 2007; Rivas y Stumpo, 2011). Superar una fase y entrar en la siguiente exige de mayores esfuerzos y complementariedades en las capacidades y la organización de las empresas. Estas pueden evolucionar en la adopción y uso de las TIC desde tecnologías poco sofisticadas como telefonía móvil y fija, y ordenadores personales con programas básicos, hacia otras más avanzadas, como e-commerce (comercio electrónico) y sistemas de información y comunicación.
Con respecto a las empresas grandes, las pymes formales no tienen un rezago significativo en el acceso a las TIC básicas, que caracterizan a la primera etapa de adopción y uso. Esto es atribuible a la fuerte reducción del costo de acceso a estas tecnologías. Aunque son muy escasas las encuestas de seguimiento a la difusión de las TIC para empresas de distinto tamaño, las existentes muestran que, en varios países, las pymes han incorporado paulatinamente ordenadores y tienen un acceso a Internet similar a las firmas más grandes. La brecha no es importante en el uso de herramientas básicas, como el correo electrónico; datos de los países de la región arrojan porcentajes en torno a 98% en las empresas pequeñas y 99% en las empresas grandes de empleo de este medio de comunicación.
Buena parte de las pymes latinoamericanas parece ubicarse en una segunda etapa de incorporación de las TIC, que se relaciona con la creación y gestión de registros en los que, con una inversión mínima en infraestructura informática, ésta es utilizada para agilizar o estandarizar procedimientos administrativos, con cierto impacto en las actividades de generación de información. Los cambios en la infraestructura informática y de comunicaciones inciden principalmente sobre las operaciones rutinarias. Los beneficios para la empresa se expresan en especial en la automatización de procedimientos, con el consiguiente incremento de la productividad de los recursos humanos, a la vez que se reducen los costos de transacción en la empresa y con terceros. En esta etapa, hay usos relativamente avanzados, como las transacciones con organismos gubernamentales y los servicios bancarios y financieros. En estos casos, si bien la participación de los agentes de menor tamaño es importante, las brechas entre empresas de diverso tamaño comienzan a ensancharse (cuadro 4.3). Las brechas en la utilización e incorporación de las TIC se amplifican también entre las empresas que poseen un sitio web propio, aunque la información estadística no brinda información sobre el uso que se hace de esa herramienta. Así, se incluyen en el segmento que posee una página web a empresas que utilizan este medio exclusivamente con una finalidad informativa, que distan mucho de utilizarla para establecer un vínculo entre la empresa y sus clientes o proveedores.
En una tercera etapa, las TIC proveen el soporte para la toma de decisiones y permiten modificar el procesamiento de la información y la articulación con las áreas estratégicas de las empresas. En este mayor grado de avance de las aplicaciones y su uso, las pymes evidencian un rezago mayor. Para estas empresas, la incorporación y el aprovechamiento de estas herramientas requieren un mayor esfuerzo relativo en capacitación de personal y habilidades previas. Las capacidades de los recursos humanos adquieren un papel incluso más importante, ya que el uso efectivo y el aprovechamiento de los nuevos instrumentos dependen de su inserción y apoyo a las tareas de gestión. Un indicador para analizar si las empresas logran articular sus distintas áreas es la presencia de una Intranet. La heterogeneidad en la incorporación de Intranet entre los agentes productivos es significativa para el entramado productivo de la región.
Cuadro 4.3. Usos de TIC intermedias según tamaño (en porcentajes)
País | Microempresa | Pequeña empresa | Mediana empresa | Gran empresa | |
---|---|---|---|---|---|
% de empresas que usan Internet para hacer transacciones con organismos gubernamentales | Argentina* | - | 50 | 66 | 82 |
Brasil | - | 66 | 78 | 87 | |
Chile | 70 | 83 | 95 | 97 | |
Colombia | 39 | 53 | 68 | 78 | |
% de empresas que usan Internet para servicios bancarios y financieros | Brasil | - | 83 | 91 | 94 |
Chile** | - | 77 | 89 | 93 | |
Colombia | 67 | 84 | 91 | 93 | |
% de empresas que poseen una página web propia | Argentina | - | 62 | 76 | 83 |
Brasil | - | 50 | 75 | 91 | |
Chile | 9 | 21 | 53 | 75 | |
Colombia*** | 2 | 23 | 60 | 77 | |
Uruguay | - | 45 | 60 | 75 |
Cuadro 4.4. Intensidad en el uso de las TIC, según tamaño (en porcentajes)
País | Microempresa | Pequeña empresa | Mediana empresa | Gran empresa | |
---|---|---|---|---|---|
% de empresas que hacen pedidos por Internet | Argentina | - | 22 | 24 | 25 |
Brasil | - | 56 | 68 | 68 | |
Chile | 5 | 10 | 15 | 14 | |
Colombia | 33 | 43 | 49 | 49 | |
Uruguay | - | 36 | 49 | 54 | |
% de empresas que reciben órdenes de compra por Internet | Argentina | - | 18 | 22 | 23 |
Brasil | - | 11 | 14 | 18 | |
Chile | 4 | 6 | 10 | 9 | |
Colombia | 35 | 45 | 49 | 46 | |
Uruguay | - | 37 | 47 | 44 | |
% de empresas que poseen Intranet | Argentina | - | 18 | 34 | 61 |
Brasil* | 18 | 35 | 49 | 72 | |
Colombia** | 19 | 21 | 37 | 62 | |
Uruguay | - | 22 | 38 | 56 |
Las empresas que realizan un uso más intensivo y complejo de las TIC, que requiere de una Intranet combinada con programas informáticos de alta especialización, como los sistemas de Planificación de Recursos Empresariales (llamado ERP por su sigla del inglés Enterprise Resource Planning) y Administración de Relaciones con los Consumidores (llamado CRM por su sigla del inglés Customer Relationship Management), se encuentran en una cuarta etapa. En este punto de la trayectoria de la incorporación de las TIC en las empresas, las inversiones se concentran en el soporte de infraestructura tecnológica y en mano de obra con alta calificación. Las empresas alcanzan una adopción profunda de las TIC cuando estas, además de facilitar las actividades descritas de las etapas anteriores, también representan una ventaja para la innovación. Las innovaciones pueden verse potenciadas por una mayor interacción entre las distintas áreas de la empresa o mediante un contacto fluido y permanente con proveedores y clientes5. Existen diferencias en la utilización de estos sistemas, que se relacionan con las capacidades tecnológicas, organizacionales y de absorción de cada empresa, y no solo con su tamaño o tiempo de vida. Por ejemplo, 25% de las pequeñas empresas en Argentina cuenta con un sistema ERP, razón que aumenta a 32% en las medianas y 60% en las grandes, mientras que en Brasil, los valores ascienden a 24%, 50% y 75%, respectivamente.
Gran parte del sector productivo en América Latina, y en particular las pymes, están en la primera o la segunda etapa en términos de intensidad de las TIC utilizadas. A nivel sectorial, corresponden principalmente a algunas actividades industriales, de servicios básicos y comerciales. En la tercera etapa, se ubicarían un bajo porcentaje de empresas, en especial medianas y grandes, con una mayor presencia de actividades industriales y de servicios más especializados. Por último, en la cuarta etapa, donde la existencia de TIC implica adaptar el equipamiento y las capacidades del personal, en la región se sitúa un porcentaje muy reducido de empresas: algunas grandes (en particular, transnacionales y grandes grupos de capital nacional) y otras firmas de distintos tamaños que operan en sectores de mayor intensidad tecnológica, en la industria y servicios especializados6. Con frecuencia algunas empresas incorporan tecnología más compleja sin contar con el potencial interno para usarlas productivamente, lo que les genera problemas organizacionales (Breard y Yoguel, 2011).
Cuando las tecnologías de la información y la comunicación que incorporan las empresas representan una ventaja para el desarrollo de innovaciones, se considera que han alcanzado una adopción profunda de las TIC.
Nuevas oportunidades para la digitalización de las pymes
Las TIC han revolucionado distintos ámbitos de la vida moderna, incluido el sector empresarial, en el que desempeñan un papel de creciente importancia como factor de competitividad. Por su capacidad de acelerar las comunicaciones, optimizar los procesos de gestión, generar información y conocimiento del mercado y abrir nuevos canales de distribución y modelos de negocios, han sido rápidamente adoptadas por las empresas, principalmente las grandes. Para las pymes, el uso de Internet ofrece nuevas oportunidades como complemento o sustituto de la publicidad tradicional. A su vez, las aplicaciones de comercio electrónico representan una herramienta para la expansión de sus mercados, particularmente a nivel internacional.
La menor adopción de las TIC en las pymes latinoamericanas se explica por el desconocimiento de los beneficios de estas tecnologías para el negocio y, sobre todo, por razones de índole financiera. Por ejemplo, los primeros desarrollos de programas y aplicaciones de gestión integral, tales como los sistemas de gestión del conocimiento (conocidos por su sigla en inglés KMS, de knowledge management system) y los ya mencionados ERP y CRM, se acomodan más a las necesidades y requerimientos de las grandes empresas que a las pymes, cuya organización en más simple. A su vez, el alto costo de programas y equipos computacionales representa todavía un obstáculo, a pesar de la permanente reducción de sus precios en el tiempo. Finalmente, la adopción de estas tecnologías demanda inversión en formación técnica para su utilización, aprovechamiento y mantenimiento.
El desarrollo de los servicios computacionales en nube (cloud computing) impulsado por la reciente expansión la de banda ancha, representa una oportunidad para las pymes, en la medida que reducen significativamente el peso de las TIC en sus estructuras de costos. Se trata de la prestación en línea y bajo demanda, de servicios informáticos estandarizados y configurables, tales como cómputo, almacenamiento, aplicaciones de software y gestión de datos, haciendo uso de recursos físicos y virtuales compartidos (redes, servidores y aplicaciones, entre otros)7. El modelo ofrece importantes ventajas que se derivan de sus características de acceso en línea, el uso compartido de recursos y la prestación bajo demanda. De la primera, surge la ubicuidad del servicio, que permite que los usuarios puedan acceder a sus datos y aplicaciones desde distintos dispositivos desde cualquier lugar, a condición de que se cuente con una conexión adecuada a Internet.
La computación en nube (cloud computing) representa una oportunidad para las pymes por el acceso con bajos costos a servicios informáticos estandarizados y configurables, en línea, tales como cómputo, almacenamiento, aplicaciones y gestión de datos, recursos físicos y virtuales compartidos (redes, servidores y aplicaciones).
Al tratarse de servicios medidos que se ofrecen bajo demanda, el usuario puede acceder a un catálogo de prestaciones y contratar solo las necesarias para su negocio, ajustando la utilización en función a la demanda y el flujo de trabajo. Por su parte, el proveedor de servicios en la nube aprovecha las economías de escala de la agregación y diversidad de los patrones de demanda de los usuarios para ofrecer un servicio escalable a requerimiento del consumidor y a precios más convenientes, pues los costos de los recursos informáticos se reparten entre un mayor número de usuarios. Finalmente, el modelo minimiza los esfuerzos de administración, pues para su prestación no es necesario que los usuarios conozcan la ubicación y otros detalles de la infraestructura informática que utilizan. Como resultado, disminuyen los costos de gestión y mantenimiento de equipos y sistemas.
El principal impacto de la computación en nube es su capacidad de reducción de costos, sobre todo para las pymes8. Las empresas se benefician de una mayor flexibilidad para responder a las fluctuaciones cíclicas, además de tener menores costos de entrada al mercado. Se estima que en algunos países el uso de soluciones de CRM tipo SaaS permite ahorros de 20% a 25% en relación al uso de aplicaciones convencionales, en tanto que migrar la infraestructura a la nube puede representar economías mayores al 50%9.El impacto en la creación de nuevas empresas varía según países y sectores económicos, pero es mayor en países en los que hay gran peso de las pymes y una rápida adopción de las TIC, y en los sectores donde el gasto fijo en las TIC es muy importante, tales como el comercio, mayorista y minorista, y los bienes raíces10.
La computación en nube puede tener un alto efecto positivo en los países de América Latina, dada la elevada participación de las pymes en el sector empresarial y su lenta adopción de las TIC. El aprovechamiento de este modelo en la región está condicionado por las características de estas empresas —entre las que se destacan sus capacidades de absorción—, el desarrollo de servicios de computación en nube que se ajusten a sus necesidades, la expansión de la banda ancha y el aumento de la calidad de la conectividad. Estos factores constituyen la plataforma habilitadora de la computación en nube.
Conectividad regional en banda ancha
Un factor crítico para el uso eficiente y productivo de las TIC es la disponibilidad y calidad de la banda ancha, que facilita el desarrollo de complementariedades en sectores sociales y productivos. Un análisis de la conectividad a Internet de banda ancha y sus condicionantes en América Latina muestra que existen dificultades que restringen el acceso al servicio, tanto de usuarios residenciales como de las empresas, por influir en las velocidades de conexión, la calidad, la teledensidad y las tarifas11. Dentro de estas dificultades, se destacan:
• Economías de escala: debido al bajo poder adquisitivo de la mayoría de su población y a los altos costos de la banda ancha, en los países latinoamericanos no se logran las economías de escala de los países desarrollados. Los precios de la banda ancha en la región son significativamente mayores que en los países desarrollados, tanto en valor absoluto como en términos relativos al ingreso per cápita. Ambos factores limitan fuertemente la capacidad de masificar el servicio a través de los mecanismos del mercado.
• Costo del acceso internacional a Internet: las mayores distancias involucradas en la conexión de los países de América Latina a la red global implican mayores costos de acceso a la banda ancha, debido a la capacidad de transmisión requerida para el acceso, que por lo general es a través de Estados Unidos. Además, el bajo tráfico impide un mejor aprovechamiento de la infraestructura desplegada dando lugar a mayores costos relativos que en otras regiones. El costo del acceso internacional impacta entre 20% y 40% del precio final del servicio de banda ancha.
• Conectividad regional imperfecta: la baja conectividad directa entre los países de la región produce un encarecimiento y una disminución de la calidad del acceso a Internet, debido al doble transporte internacional de larga distancia necesario para llegar de un país a otro, que generalmente se da a través de Estados Unidos. A menudo, para acceder al contenido de un proveedor de servicios de Internet (ISP por su sigla en inglés) desde otro ISP del mismo país es necesario pasar por puntos de interconexión en el exterior. Si el tráfico regional aumentara significativamente, también se ganaría en economías de escala para justificar enlaces directos entre países.
Según datos de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), la penetración de la banda ancha fija en la región se encuentra muy por debajo de la de países y regiones más desarrolladas. Esto indica que los beneficios derivados del uso de la banda ancha están únicamente al alcance de un grupo reducido de la población12. Los efectos positivos de la banda ancha sobre el crecimiento del PIB presentan retornos a escala: la contribución de la banda ancha aumenta con su nivel de penetración y, para maximizar sus beneficios, debe alcanzar una masa crítica de usuarios. En ese contexto, la gran brecha de acceso que existe en la región tanto entre países como entre éstos y países desarrollados, en términos absolutos y con respecto al ingreso promedio de la población (gráfico 4.5) implica una fuerte restricción al desarrollo. A nivel productivo, dados los problemas de financiamiento que enfrentan las pymes, los costos son también un elemento determinante de su capacidad de acceso.
La penetración de la banda ancha en los países de América Latina se encuentra muy por debajo de los países desarrollados y de otras regiones del mundo. Su uso está al alcance solo de reducidos segmentos de la población.
Gráfico 4.5. Tarifas de un megabit por segundo en banda ancha fija, en relación al PIB per cápita, febrero de 2012 (en porcentaje del PIB)

Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/888932719352
La calidad de la conexión también restringe el uso de la banda ancha en la región. Una medida tradicional de calidad es la velocidad de conexión. Este factor es importante porque muchas aplicaciones pueden ser inaccesibles con bajas velocidades de conexión; tal es el caso de las aplicaciones más avanzadas y que aportan más beneficios, con altos requerimientos de interactividad, inmediatez (comunicaciones en tiempo real) y utilización de herramientas en formato multimedia basadas en vídeo. Para asegurar la continuidad de la prestación de servicios se requieren grados elevados de conectividad. Aunque en ciertos casos no se requieren altas las velocidades, la banda ancha mejora la experiencia de utilización de Internet, haciéndola más frecuente e intensiva, lo que facilita el aprovechamiento de los servicios electrónicos (OCDE, 2009).
Gráfico 4.6. Velocidades promedio de conexión a Internet de banda ancha (en megabits por segundo, al 1 de abril de 2012)

Statlink: http://dx.doi.org/10.1787/888932719371
Existe un espacio importante para las políticas y estrategias orientadas a incrementar la infraestructura de la red y mejorar las condiciones de acceso y la calidad del servicio. Mientras no se superen los problemas enumerados anteriormente, el uso de la banda ancha en América Latina seguirá acotado a segmentos reducidos de la población, y no será posible concretar todos los beneficios de las TIC. Esto incluso puede tener un efecto amplificador sobre las brechas de acceso a tecnología en general, comprometiendo las posibilidades de interacción entre diferentes sectores del entramado productivo y, en particular, entre las empresas de menor tamaño y las más grandes.
En la región, la calidad de la banda ancha medida por la velocidad de conexión, es inferior a la de los países desarrollados.